
Un gesto tan sencillo como el sorbo de agua que tomó la gobernadora del Valle del Cauca, Dilian Francisca Toro, se convirtió en símbolo de un cambio profundo para las comunidades educativas de Buenaventura. El vaso que sostenía provenía de uno de los 250 filtros purificadores de agua entregados por Unión Vial Caminos del Pacífico, beneficiando a más de 2.700 estudiantes, docentes y colaboradores de 22 instituciones educativas rurales y urbanas del Distrito.
Hasta hace poco, la realidad era otra: en muchos colegios el agua llegaba sucia, limitando el consumo seguro y afectando la higiene diaria. “Ha sido muy difícil estos tiempos sin agua, porque los baños huelen feo y cuando uno quiere tomar agua no puede. Gracias a esto tenemos agua para beber y lavarnos las manos”, relató una estudiante.
La entrega de estos filtros hace parte de los programas sociales de Unión Vial Caminos del Pacífico, concesionario encargado del proyecto vial Lobo Guerrero – Buga – Buenaventura, que forma parte de las vías de quinta generación en Colombia. En el Valle del Cauca, la concesión ya ha construido más de 128 kilómetros, impactando a siete municipios y generando más de 6.000 empleos.
Más allá de la infraestructura, la empresa ha demostrado un compromiso social real. Este trabajo incluye diálogos permanentes con las comunidades para ajustar diseños viales y evitar afectaciones, como ocurrió en Cisneros, donde se modificó el trazado para garantizar la conectividad del corregimiento. “Tenemos un concesionario que no solo construye vías, también trae obras sociales que mejoran la vida de las comunidades por donde pasa el proyecto”, destacó la gobernadora Toro.
Con esta apuesta, Unión Vial Caminos del Pacífico no solo impulsa el desarrollo económico de la región, sino que también asegura que el agua potable —un derecho fundamental— llegue a quienes más lo necesitan.